Mejoras en el servidor
En el post del nuevo servidor casero comenté que como le había puesto un disco duro de mucha mayor capacidad que el que tenía el anterior servidor, le había instalado el servicio de Samba para usarlo como disco en red. Poco a poco fui depositando allí archivos y más archivos y, al cabo de casi un año, cambié el disco duro del servidor por uno más moderno y de más capacidad. Así pasé a alojar allí mi librería de iTunes, liberando de unos cuantos gigas el SSD de 120 GB de mi ordenador.
Más adelante, cuando el año pasado compré el MacBook Air (a falta de análisis, bueno es este comentario), al servidor le añadí soporte para Time Machine, el sistema de copias de seguridad automáticas de OS X. Desde luego, es un apaño económico si no se quiere desembolsar una gran cantidad de dinero en un Time Capsule o similar. Pero no es fiable, porque de un día para otro se me corrompieron las copias y tuve que volver a hacer una desde cero.
Gracias a él estás leyendo esto
En enero de este año mejoré mi equipo de sobremesa aumentándole la RAM a 8 GB, una nueva gráfica y una nueva fuente de alimentación de más calidad y más potente que pudiera mover a esta última. Entonces aproveché para cambiar la fuente del servidor por la que estaba reemplazando de mi ordenador. No por la potencia ni nada parecido, sino por el ruido. No es que la que llevara hiciera mucho ruido, pero sí era el componente que más ruido hacía. Y la verdad es que la fuente que venía de serie con el Dell es muy silenciosa.
También, recientemente, de un ordenador que iba a ser tirado, rescaté su unidad grabadora de DVD y se la puse al servidor. Lo malo es que al ser antigua, tenía conexión Molex y la fuente no. Así que por unos 2,50 € me hice con un conversor Molex hembra a SATA macho por eBay y arreglado. Siempre viene bien tener una unidad óptica, sobre todo si algún día este ordenador deja de hacer de servidor y pasa a ser usado como un equipo “normal”.
Un detalle sin mucha importancia es que al servidor también le añadí soporte LLTD, para que se mostrara “bonito” en el mapa de red de Windows:
Y hablando de Windows, para acabar de exprimir el disco duro en red, desde hace poco también me puse a guardar allí las copias de seguridad del ordenador de sobremesa. Pues bien, ¿cuál fue el resultado de todo esto? Obsérvalo tú mismo:
Pero no sólo eso, el SSD y el disco duro de 640 GB que venía de serie con el Dell también se estaban acercando peligrosamente a su límite. Así que tenía que tomar medidas.
NAS: el almacenamiento masivo sólo es el principio
La solución en la que había estado pensado desde hace un tiempo es comprar un NAS, para así tener todo centralizado y no desperdigado por varios discos duros de diversas capacidades, velocidades, interfaces y tamaños. Me estuve informando de los modelos que había en el mercado y reduje la búsqueda a los de la marca Synology, conocida por su buen hacer fabricando NAS y su software.
Cuando encontré el modelo que más me convencía de acuerdo a sus características, un DS213, vi que ya había pasado más de medio año desde su aparición, así que como por aquel momento no me urgía su compra, decidí esperar a que lanzaran nuevos modelos. Hice bien, pues este mes lanzaron la versión más doméstica (y económica) de este modelo y seguía teniendo todo lo que buscaba.
Se trata de un NAS de dos bahías, el DiskStation DS213j. En el momento en el que estuvo disponible para su compra me hice con él; no paraba de imaginarme las posibilidades que me brindaría. Al carrito también añadí dos discos duros iguales de 2 TB, con la intención de montar un RAID 1. Este tipo de RAID hace que los datos se escriban en espejo, para que si un disco falla, el otro tenga una copia idéntica. Como consecuencia, no tengo 4 TB de espacio, sino la mitad. Lo calculé y con esa capacidad tengo más que suficiente para muchos años (o eso espero).
Ahora en mi ordenador de sobremesa sólo tengo el SSD como unidad interna y todo lo demás va al NAS. Antes, cuando internamente convivían el SSD y el disco duro, odiaba que este último se apagara y se encendiera cada dos por tres. Puede que sea una tontería, pero temía que se estropeara o algo, hasta el punto de evitar buscar un archivo en esa unidad para que no se despertara. Sé que es algo que se puede configurar, pero ni ese comportamiento (apagarse tras X minutos de inactividad) ni tenerlo encendido siempre eran de mi agrado. Actualmente lo tengo en una carcasa USB que tenía vacía, aunque de momento no lo uso para nada en concreto.
El NAS lo conseguí por 179 €, un precio bastante aceptable para todo lo que puede dar de sí. De hecho, como tengo bastantes cosas que contar de este artilugio, le dedicaré un análisis en el próximo post que prometo no tardar mucho en publicar.
Actualización 03/06/13: Lo prometido es deuda.
La protección de un SAI
Desde que empecé con la andadura de mantener un servidor casero, comprar un SAI siempre ha estado rondando por mi cabeza. Por suerte, que se se vaya la luz en mi casa es muy infrecuente, pero lo que sí sucede alguna que otra vez es superar la potencia contratada (típicamente en verano e invierno) haciendo que salte el ICP. Y evidentemente esto tiene las mismas consecuencias que un corte de energía.
Hasta principios de este año no me decidí a comprar ninguno, pensando que no me merecía la pena para unas pocas veces que podía quedarme sin electricidad en casa. Pero cada vez que sucedía me salía un bulto de rabia como los de Homer, hasta que finalmente me harté.
No necesitaba que pudiera ser gestionado mediante software, ni protección de líneas de teléfono ni nada, sino simplemente un SAI que me salvara de unos minutos sin electricidad, nada más. Miré el más barato que tenían en PcComponentes, parecía que cumplía con lo que necesitaba y tenía buenas críticas, así que me lancé a por él. También me gustó que no fuera un armatoste como los demás, sino un tamaño comedido.
El SAI en cuestión es un CoolBox Scudo 600N. Su precio, 34 €. Lo compré en enero junto a los nuevos componentes para mi ordenador que antes comentaba, y desde entonces no he tenido problema con él. Tiene sólo tres conectores Schuko, que se me quedaban cortos para todos los aparatos que quería tener conectados (cable módem, router, switch, servidor y NAS), pero lo solucioné conectándole a uno de ellos una regleta. Como el consumo total de todos ellos es mínimo, no hay problema en ello.
El número de cacharros y cables empieza a ser preocupante (y eso que no se ve el router)
Pronto descubrí que tener un SAI en el “centro de operaciones” estaba muy bien, pero en el caso de un apagón me aparecía la rabia igualmente, porque mi ordenador seguía sin estar protegido. Así que acabé comprando otro SAI, exactamente el mismo y al mismo precio, junto a la compra del NAS. En este caso, me protege la torre, el monitor y los altavoces. Apenas tenía espacio para ponerlo sin que se viera, pero su reducido tamaño ayudó a ello. El problema es que en el caso de que el consumo de estos tres aparatos supere los 300W (dándole caña a la gráfica, seguro), no sé cómo se comportará cuando haya un corte. Tal vez se agote la batería mucho más rápido, o simplemente se apague de golpe todo por no poder proporcionar tanta potencia. Pero desde luego, ahora está mucho mejor protegido que antes.
Por el momento esto es todo. Sólo me resta animaros a que si también tenéis varios aparatos propensos a estar conectados por cable repartidos por casa, os la cableéis. No es nada caro, presenta muchas ventajas, y si os gusta ser un manitas puede ser un entretenimiento muy bueno para este verano. Yo no puedo estar más contento con la instalación.
Imagen cable Ethernet | David Davies
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¡Excelente artículo! Valió la pena esperar.
Me alegra que te haya gustado, Victor :)
Un saludo!
Carlos, muy buen artículo, cada vez me sorprendes más :)
Un saludo!!
Muchas gracias David, he imaginado que te gustaría ;)
Saludos!!