Como comentaba en el anterior post, me decidí por comprar un NAS para tener todos mis datos centralizados. La elección fue un Synology DiskStation DS213j, un NAS de dos bahías pensado para el hogar o pequeña oficina. En realidad, no sólo buscaba tener todos mis datos en un único lugar, sino disfrutar de todo un mundo de posibilidades que puede ofrecernos este aparato. De hecho, si simplemente hubiera buscado almacenamiento masivo, con añadir un disco duro de más capacidad al servidor casero me hubiera bastado. De ahí este análisis, para ofreceros una visión de todo lo que puede dar de sí. Comencemos pues.
Todos los posts en la categoría Gadgets
Mejorando mi ‘plan geek’
Recuerdo el 2010 como el año en el que tomé y llevé a cabo dos grandes decisiones tecnológicas. La primera de ellas fue mudarme a WordPress y, he aquí lo importante, alojarlo en un servidor casero. Y la segunda, tirar cable Ethernet por toda la casa y montarme una LAN gigabit. El servidor casero lo cambié por uno más potente hace un par de veranos, pero en esta ocasión me toca hablar de cómo he mejorado últimamente mi ‘plan geek’ (y su ecosistema), que es como denominé en su día al proyecto de cablear la casa y al uso que le iba a dar.
5 años con un iPhone
En este mes que dejamos atrás cumplí nada más y nada menos que 5 años con un iPhone como mi teléfono móvil. Desde entonces he ido cambiando de modelo, pero siempre ha sido por un nuevo iPhone. En este post, un poco a modo de homenaje, os contaré cómo empezó todo, los diversos iPhone que han pasado por mis manos y cómo veo el futuro del dispositivo móvil de Apple.
El reemplazo de mi iPod nano, parte II
No tenía previsto escribir una segunda parte de la historia del reemplazo del iPod nano, pero debido a los recientes acontecimientos creo que merece contar cómo ha acabado todo finalmente.
Se supone que una vez recibido el iPod de sustitución por parte de Apple ahí se terminaba la historia (de ahí el post anterior), pero pasados unos días y habiéndolo pensado un poco, decidí que no me había quedado nada satisfecho con el cambio. Para muchas personas hubiera supuesto un muy buen cambio, y no podrían estar más contentas. Y es que, objetivamente, es así: después de tanto tiempo, que venga Apple y te reemplace gratis tu antiguo iPod nano al que seguro tenías olvidado en un cajón por uno de los actuales es casi un regalo.
Pero como ya comenté, ese no es mi caso. Al principio de recibir el nuevo, bueno, pues la idea de tener un iPod de los nuevos tiene su gracia, pero poco más. Y como de costumbre, parece que sólo nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos. La idea, como ya comenté en la entrada anterior, era vender el nuevo y comprar uno de 1ª generación de segunda mano.
El reemplazo de mi iPod nano, parte I
A mediados de noviembre me enteré de que Apple había puesto en marcha un programa de sustitución de los iPod nano de 1ª generación por un posible problema con sus baterías. “Un momento, ¿de los de primera generación?”, pensé. ¡Pero si aquellos los lanzaron hace más de 6 años, en septiembre de 2005! Pues sí, realmente era así, aunque después de tanto tiempo no podía creer que se preocuparan por la batería de éstos ni mucho menos llegar a cambiártelo totalmente gratis. Desde luego, algún buen motivo tenían que tener.
El caso es que, a través de la página web que habilitaron, comprobé que el número de serie de mi iPod nano entraba dentro del programa. En un primer momento no continué con el formulario porque no se sabía con exactitud si los iPod nano de sustitución serían también de primera generación, y eso me tiraba para atrás.