A finales de septiembre me alegró saber que Twitter estaba preparando una opción para descargarnos todos nuestros tweets, una opción que desde hace mucho tiempo estaba pidiendo a gritos. En múltiples ocasiones, por ejemplo, he querido buscar un tweet que escribí hace unos días pero la búsqueda web sólo ofrece resultados recientes. Por otra parte, la API de Twitter sólo permite acceder a los últimos 3.200 tweets, con lo que si tienes más, no es posible tener acceso a ellos mediante servicios web o similares. Por supuesto, los tweets siguen ahí, pero no había modo de verlos a no ser que conservases su enlace directo.
5 años con un iPhone
En este mes que dejamos atrás cumplí nada más y nada menos que 5 años con un iPhone como mi teléfono móvil. Desde entonces he ido cambiando de modelo, pero siempre ha sido por un nuevo iPhone. En este post, un poco a modo de homenaje, os contaré cómo empezó todo, los diversos iPhone que han pasado por mis manos y cómo veo el futuro del dispositivo móvil de Apple.
Email con tu dominio en un servidor casero
Desde que comencé la aventura de tener un servidor casero en casa hace ya dos años y medio atrás, siempre me había quedado una espinita clavada: el no disponer de email con mi dominio, es decir, del tipo “usuario@cbelena.es”. Yo realmente tengo más que suficiente con mi cuenta de Gmail y otra de Hotmail, pero mirando de cara a un futuro próximo, siempre queda más profesional darte a conocer con una de estas direcciones personalizadas.
Un poco de historia antes de empezar
Ya en los inicios trasteé con el tema de servidores de correo en mi servidor, y me topé con el problema de que los emails enviados son rechazados por la mayoría de servidores, aludiendo a que provienen de un rango de IPs dinámicas, y eso no les suele gustar nada. En general, si el email enviado no procede de una IP conocida de un ISP profesional, los servidores rechazan el correo. Obviamente, estas medidas se toman para evitar el spam.
En aquellos momentos lo que más me preocupaba respecto a los emails es que no me funcionaban las notificaciones que manda WordPress cada vez que llega un comentario. Según tengo entendido, WordPress confía en que haya un servidor de correo instalado en el sistema operativo y lo llama cada vez que es necesario. Pero como deseché la opción de tener un servidor de correo por lo comentado anteriormente, tuve que apañármelas de otra manera.
El reemplazo de mi iPod nano, parte II
No tenía previsto escribir una segunda parte de la historia del reemplazo del iPod nano, pero debido a los recientes acontecimientos creo que merece contar cómo ha acabado todo finalmente.
Se supone que una vez recibido el iPod de sustitución por parte de Apple ahí se terminaba la historia (de ahí el post anterior), pero pasados unos días y habiéndolo pensado un poco, decidí que no me había quedado nada satisfecho con el cambio. Para muchas personas hubiera supuesto un muy buen cambio, y no podrían estar más contentas. Y es que, objetivamente, es así: después de tanto tiempo, que venga Apple y te reemplace gratis tu antiguo iPod nano al que seguro tenías olvidado en un cajón por uno de los actuales es casi un regalo.
Pero como ya comenté, ese no es mi caso. Al principio de recibir el nuevo, bueno, pues la idea de tener un iPod de los nuevos tiene su gracia, pero poco más. Y como de costumbre, parece que sólo nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos. La idea, como ya comenté en la entrada anterior, era vender el nuevo y comprar uno de 1ª generación de segunda mano.
El reemplazo de mi iPod nano, parte I
A mediados de noviembre me enteré de que Apple había puesto en marcha un programa de sustitución de los iPod nano de 1ª generación por un posible problema con sus baterías. “Un momento, ¿de los de primera generación?”, pensé. ¡Pero si aquellos los lanzaron hace más de 6 años, en septiembre de 2005! Pues sí, realmente era así, aunque después de tanto tiempo no podía creer que se preocuparan por la batería de éstos ni mucho menos llegar a cambiártelo totalmente gratis. Desde luego, algún buen motivo tenían que tener.
El caso es que, a través de la página web que habilitaron, comprobé que el número de serie de mi iPod nano entraba dentro del programa. En un primer momento no continué con el formulario porque no se sabía con exactitud si los iPod nano de sustitución serían también de primera generación, y eso me tiraba para atrás.